Dicen que las cosas llegan cuando menos lo esperas, que cuanto menos las buscas antes aparecen, que cuanto más pasas del tema antes te reclaman... pero, ¿y si finalmente tras tanto esperar no sucede, no llega, no la encuentras?
No pienso esperar eternamente aunque por mucho que ponga de mi parte parezca que nada funciona, que todo es en vano, no pienso permitir que esto siga así, ¡me niego!
Moveré cielo y tierra si hace falta, pero no volveré a ser una ilusa creyendo en cuentos de hadas, esperando que el día menos pensado llamen a mi puerta. Ahora seré yo la que vaya puerta por puerta, tomando mis propias decisiones, siendo la que manda en este juego y lo único que esperaré es que de las muchas puertas que me abran alguna sea la correcta en la que entrar.
Nada me detendrá porque yo escribo mi propio destino, porque el miedo a perder no me impedirá jugar esta vez.